Estrategias cognitivo-conductuales para el manejo
del craving
por
González Salazar, I. D.
En el presente trabajo se revisaron los aspectos
generales del craving y se destacó su importancia para la adherencia al tratamiento en adicciones. De igual manera se revisaron las diferentes
estrategias cognitivo-conductuales para el manejo del craving, las cuales
incluían: detención del pensamiento,
técnicas de distracción, control y programación de actividades, entrenamiento
en relajación, técnicas de
imaginación, desensibilización sistemática, autoinstrucciónes y discusión de
ideas irracionales. Esto se logró revisando la bibliografía pertinente. Se
concluyó que cumplió con el objetivo de informar y contribuir al conocimiento
del psicólogo, mismo que se considera
logrado.
Introducción
El manejo del craving es
una situación determinante para la adherencia al tratamiento de las personas fármacodependientes puesto que es el
factor más importante de abandono terapéutico. Los pensamientos,
sentimientos y conductas que se presentan durante el periodo de abstinencia
pueden lograr, por su intensidad y su naturaleza, que el paciente deje el
tratamiento y reincida dado el poder que éste ejerce sobre la persona, incluso,
después de varios años de abstinencia. Por lo tanto el craving significa un
problema muy difícil para las personas que presentan abuso de sustancias. De
igual manera no resta de importancia clínica.
El DSM IV, menciona que el
craving se observa con frecuencia (quizá en todos) en los pacientes
fármacodependientes, mismo que describe como una “necesidad irresistible de
consumo” (APA, 1994, pag. 182). Esa necesidad tiende a la
realización de la misma, que se alcanza con la consumación por medio de un acto
consumatorio. “Los craving y los impulsos por el consumo tienden a ser
automáticos y llegar a ser <<autónomos>>, es decir, pueden
continuar incluso aunque la persona intente suprimirlos, no se suprimen con
facilidad” (Sánchez 2002). Por lo anterior, se destaca la relevancia de
este documento, dado que su abordaje es de inminente importancia para el
tratamiento del sujeto fármacodependiente, en donde el psicólogo debe conocer
las estrategias que le competen para el mismo para integrarse dentro de un
equipo multidisciplinario y brindar un servicio de alta calidad al paciente
para contribuir a su recuperación y rehabilitación. De esta manera, se pretende
que el presente trabajo sirva como una guía sobre las estrategias para el
manejo del craving, las cuales son, por elección, cognitivo conductuales así
como contribuir al conocimiento del lector. Para este efecto se revisarán los
aspectos relevantes para este manejo.
El craving es un deseo (o
necesidad psicológica) intenso e irrefrenable que conduce al individuo a
abandonar la abstinencia. Beck y cols. (1999) identifican cuatro tipos de
craving, mismos que se enumeran a continuación:
1. Respuesta a los síntomas de la abstinencia: Cuando
sucede la disminución del grado de satisfacción que encuentran en el uso de la
droga, pero el incremento de sensación de malestar interno cuando deja de tomar
la droga.
2. Respuesta a la falta de placer: Cuando sucede el
aburrimiento o no tengan habilidades para encontrar formas prosociales de
divertirse, por lo cual desea mejorar su estado de ánimo
"automedicandose"
3. Respuesta "condicionada" a las señales
asociadas con drogas: Cuando los pacientes asocian estímulos neutros (una
esquina determinada de una calle, un número telefónico, un nombre, etc.)
condicionados por una intensa recompensa obtenida de la utilización de drogas
que inducen un craving automático.
4. Respuesta a los deseos hedónicos: Cuando el
paciente combina una experiencia natural placentera con el uso de drogas (por
ejemplo, cuando combina el sexo y drogas) que hace que se asocien,
desarrollando un inicio de craving al realizar la actividad natural sin el uso
de drogas por que el placer experimentado de estas experiencias no es
comparable cuando se combina con la droga.
Es importante señalar que
el manejo multidisciplinario profesional es vital para la efectividad del
tratamiento. En función del manejo psicológico de las fármacodependencias, es
decir, excluyendo las estrategias farmacológicas usadas en psiquiatría, las
técnicas cognitivo conductuales son las de elección dado que se ha comprobado
que son superiores a los otros métodos psicoterapéuticos.
“La literatura existente
confirma la efectividad de las intervenciones de corte cognitivo-conductual en
el tratamiento de las drogas en general combinados con el tratamiento
médico.”(Sánchez y cols., 2002b, pag. 9) Avila (2002) menciona que entre
los tratamientos psicológicos más eficaces se encontraron como principales las
terapias cognitivas. Así mismo encontró que las menos eficaces son las
psicoanalíticas, psicoterapia general y terapia familiar. Otro beneficio de las
estrategias cognitivo-conductuales, es que “con ellas el sujeto se siente
mayormente comprometido con su abstinencia que con otras.” (Shine, 2000, pag.
1)
El terapeuta debe reconocer
y comprender los cravings de su paciente, sus tipos, sus elementos esenciales y
su naturaleza, así como empatizar con el mismo para poder determinar la mejor
estrategia para este manejo. Para esto es relevante que el sujeto entienda el
craving, para lo cual el paciente debe darse cuenta de que “experimentar
cierto grado de ansiedad es normal y
muy común. Sentir que esta ansiedad no significa que algo está mal o que el
paciente realmente desea consumir drogas otra vez.” (NIDA, 1999, citado por
CIJ, 1999, pag. 88) De igual manera, debe describir o detectar el craving.
Para esto puede ser útil el empleo de autorregistros, así como preguntar ¿Cómo
es su craving?, ¿Qué tanto le afecta?, ¿Cuánto tiempo dura? ¿Qué es lo que hace
otrata de hacer para manejar el craving?, etc.
Ya identificado el craving
y las emociones y pensamientos asociados (por medio de autorregistros, análisis
funcional y la entrevista), se procede, según la elección del terapeuta y la
naturaleza del craving, a la aplicación de un programa o estrategia
cognitivo-conductual. A continuación se describen algunos:
I.
Detención de Pensamiento
El método de detención de
pensamiento (También llamada bloqueo o parada de pensamiento) consiste en la
interrupción y modificación, por medio de la sustitución, de los pensamientos
asociados al craving. Es decir, “se entrena el paciente para que excluya,
incluso antes de su formulación, cualquier pensamiento indeseable o
improductivo.” (Wolpe, 1993, pag. 123) Esto conduce a la reducción de la
cadena de pensamientos que se acompañan de emociones negativas, por lo tanto “las
emociones negativas quedan cortadas antes de que puedan surgir” (Wolpe,
1969, citado por Sánchez, 2002a, pag. 39)
I.I. ¿Cómo se aplica el método de detención de pensamiento?
Se procede a discutir con
el paciente los pensamientos relacionados con el craving que son necesarios
eliminar. Posterior a esto, el terapeuta le pide al paciente que cierre los
ojos e inicie verbalizando con una secuencia de pensamientos negativos
asociados al craving como por ejemplo: "Me siento horrible, me voy a morir si no uso droga, etc."
Mientras el paciente procede, el terapeuta interrumpe diciendo "¡Alto!"
Después de esto el terapeuta “hace ver al paciente cómo se detuvieron
aquellos pensamientos” (Wolpe, 1993, pag. 124), pidiéndole que repitan el
ejercicio varias veces. Estos ejercicios se repiten con el propósito de que el
paciente aprenda a detener estos pensamientos negativos gritando "¡Alto!"
por sí mismo cuando estos se presenten, mismo que el terapeuta deberá alentar y
reforzar.
Puede ser que el paciente
exprese que es difícil gritar <<¡Alto!>> si los pensamientos
se presentan en un lugar público como un restaurante,
una sala de cine u otro lugar de alta concurrencia social, mismo que puede
resultar embarazoso para el paciente. Para esto, se puede indicar al paciente
que en los lugares que considere pertinentes no realice la verbalización "¡Alto!",
pero que puede pensarlo de manera firme y decidida, de modo que el paciente
esté consciente de la manera en la
que detuvo el pensamiento. Al terminar la detención del pensamiento, existe la
adición de sustitución posterior del pensamiento negativo por uno incompatible
o distractorio. Por ejemplo, en vez de “me voy a morir si no uso drogas”,
se sustituye por “estoy bien” o cualquier otro pensamiento positivo y
útil para el sujeto.
II.
Técnicas de Distracción
Como su nombre lo indica,
son técnicas sencillas que tienen como objetivo <<distraer>> al
sujeto ante pensamientos y sentimientos relacionados con el craving. Es decir,
que “cambien su enfoque atencional de interno a externo, para que disminuyan
sus deseos” (Sánchez, 2002a, pag. 39) La distracción puede consistir en que
el terapeuta indique, con un previo acuerdo en función de las actividades de
distracción de relevancia y agrado para el paciente, lo siguiente: centrar la
atención en los elementos del ambiente verbalizandolos, siendo lo más
detallista posible ( por ejemplo, “en este restaurante hay diez mesas con
manteles blancos, las paredes son azul claro con una ventana cada cuatro mesas.
Hay una señora que....); evitar el ambiente (por ejemplo, alejarse de un
bar, esquina o lugar de consumo. Puede ir a visitar un amigo, a dar un paseo,
etc.);hablar sobre algún tema iniciando una conversación con amigo o familiar,
recitar un poema o cantar una canción favorita. (Generalmente, algunos
pacientes prefieren traerlo escrito y leerlo); realizar actividades domésticas,
ejercicio (por ejemplo, salir a correr, realizar determinado número de
sentadillas, etc.) jugar un videojuego, juego de mesa o rompecabezas. En
general estas distracciones se pueden combinar y complementar según las
particularidades del paciente y de su craving. Así mismo, es importante evaluar
la necesidad de combinar una estrategia de distracción con un ejercicio de
relajación para reducir la ansiedad en casos necesarios.
III. Control
y Programación de Actividades
Es una técnica que tiene
como objetivo modificar los hábitos del paciente en función de sus actividades,
mismas que por lo general giran respecto al uso de drogas. Así mismo, “cuando
los pacientes se están recuperando deben enfrentarse con mucho tiempo libre en
sus manos.” (Beck y cols., 1999, pag. 227) Por lo cual, es importante que
las actividades previas a la abstinencia "relevantes al uso de droga"
sean sustituidas por nuevas actividades positivas para el paciente.
Se procede inicialmente
elaborando un registro línea base de las conductas relacionadas con el consumo
del paciente. Se buscará establecer las actividades que fueron o que son de
disfrute para el paciente de modo que pueda programar sus actividades el mismo,
lo cual establecerá “fuentes de refuerzo no relacionadas con las drogas”
(Beck y cols., 1999, pag. 228).
IV. Entrenamiento
en Relajación
El Entrenamiento en
relajación son procedimientos que están enfocados a hacer incompatible estado
de relajación con la ansiedad o la ira, emociones que pueden propiciar los
cravings, por medio del entrenamiento del paciente de modo que el mismo
propicie un estado de relajación al enfrentar situaciones de ansiedad o ira
para el. “De manera típica un terapeuta entrena a un cliente para relajarse
profundamente, para lo cual se encuentran disponibles muchos métodos para
lograr la relajación.” (Kazdin, 1996, pag. 275)
IV.I ¿Cuál es la técnica principalmente usada?
Wolpe (1993) afirma que
“el método de relajación que se emplea de manera rutinaria es esencialmente el
de Jacobson [1983], pero la instrucción se completa en seis lecciones, en
contraste con el entrenamiento prolongado que él utilizaba. [generalmente 50
sesiones o más]”
Primero, se le debe
explicar al paciente acerca de la naturaleza de los ejercicios y su objetivo
principal, que es una habilidad que se le va a enseñar y que requiere práctica,
así como enfatizar el deseo del terapeuta de que el paciente lo practique en
casa por lo menos 10 a 15 minutos. Posterior a esto, se realizan varios
ejercicios en las sesiones de tensión y distensión de los músculos. Se puede
iniciar relajando los brazos; se le pide al paciente que tome el bracero de la
silla o sillón para distinguir alguna diferencia (si es que existe) entre las
sensaciones que se producen en su brazo y en su mano. Después, se sigue con la
cabeza, ya que “por lo general, los efectos más marcados de inhibición de la
ansiedad se obtienen relajando esa parte del cuerpo.” (Wolpe, 1993, pag. 154)
De ahí se prosigue hacia abajo; En la segunda sesión, se le dice al paciente
que se va a continuar con la relajación de los músculos de la cabeza, dado que
estos son los más importantes desde el punto de vista emocional. Es importante
señalarle al paciente la manera en la que se está trabajando de manera que se
retroalimente; En la tercera sesión, se trabaja con los músculos de la boca y
de la lengua; En la cuarta sesión, se prosigue con los músculos de la región
del ojo; En la quinta sesión, se sigue con los músculos del cuello y los
hombros; En la sexta sesión, se trata con los músculos de la espalda, del
abdomen y del tórax; En la séptima sesión, se puede iniciar con los pies y
hacia arriba finalmente. Es importante evaluar la reducción de los niveles de
ansiedad así como de los cravings por medio de instrumentos de medición
pertinentes para determinar en qué medida los ejercicios de relajación están
ayudando al paciente.
V.
Técnicas de Imaginación
Son técnicas en las cuales
el paciente modifica sus pensamientos utilizando la imaginación. Estas técnicas
pueden combinarse efectivamente con otras técnicas para incrementar las
probabilidades de éxito en otros aspectos del tratamiento. Por ejemplo, “puede
utilizarse la imaginación para que los pacientes visualicen el autocontrol y
evitar el consumo de drogas. Es útil como método para cambiar las creencias
relacionadas con las drogas y los pensamientos automáticos, o bien
distrayéndolos de los craving y urgencias. También puede ser útil como método
para cambiar las creencias y los pensamientos relacionados con las drogas.”
(Sánchez, 2002a, pag. 40)
Beck y cols. (1999),
destacan cinco técnicas utilizadas: a) reenfoque con imaginación, b)
sustitución por imagen negativa, c) sustitución por imagen positiva, d) repaso
mediante imagen, y e) adquirir dominio mediante imaginación.
Esta técnica sirve como
complemento de la técnica de detención de pensamiento. Cuando el paciente
empieza a presentar pensamientos negativos referentes al craving y dice "¡Alto!",
puede imaginar una señal de alto(como las que uno encontraría en la calle), un
semáforo en rojo o cualquier imagen que para él represente la acción de "¡Alto!",
de modo que acentúa la detención. Después puede optar por emplear una de las
técnicas de distracción (como por ejemplo, centrar la atención en el ambiente o
recitar un poema) de modo que pase el craving.
V.II Sustitución por imagen negativa
Esta técnica se refiere a
la imaginación de una imagen negativa acerca de las consecuencias negativas de
consumir drogas cuando aparecen los pensamientos que conllevan al craving. De
tal forma que las imágenes “positivas” acerca de la droga (por ejemplo,
recordar la última vez que consumió) sea sustituida por una imagen acerca de
las consecuencias negativas que tiene el último (p. e., el recuerdo de una
hospitalización debida al consumo o los dolores físicos de la abstinencia) para
evitar la conducta de uso.
V.III Reemplazo por imágenes positivas
Se refiere a la sustitución
de imágenes negativas referentes al consumo de drogas referentes a las
creencias irracionales como las predicciones negativas (por ejemplo, creer que
el uso de drogas ha arruinado su vida para siempre y terminará viviendo en la
calle), misma que se puede sustituir por una “tarjeta flash”, que describa una
situación positiva. Todo esto con el objetivo de disminuir las emociones
negativas y consecuentemente, el craving.
V.IV Repaso mediante la imagen
En ésta, las imágenes se
utilizan como medio de “práctica” o repaso de ciertas habilidades adquiridas
(por ejemplo, habilidades sociales o resolución de problemas) o de la
desensibilización ante situaciones o ambientes que pueden ser disparadores de
craving (por ejemplo, una fiesta en donde le ofrezcan una bebida). Por ejemplo “Un
paciente que se había abstenido a la cocaína, y el alcohol durante un año,
planeó ir a un banquete forma donde se servía alcohol. En el repaso mediante a
la imaginación el terapeuta instó al paciente a imaginar que iba al banquete y
que decía cuando se le ofrecía una babida: <<No, gracias, tomaré
agua.>>”
V.V Dominio mediante la imaginación
Esto implica la repetición
y la gestación de una autoimagen poderosa y fuerte, para poder superar los
cravings en su imaginación para poderla proyectarla hacia la realidad
posteriormente. Puede utilizarse la metáfora para obtener poder ante el craving
(por ejemplo, el paciente puede imaginar que él es un beisbolista y que el
craving es la pelota que él batéa y se va lejos).
VI.
Desensibilización sistemática
Es una técnica que emplea
la exposición real o imaginaria a los estímulos que producen el craving, por
medio de acercamientos sistemáticos a estos, los cuales son reforzados
puntualmente, de modo de que la respuesta pierda poder ante dicha situación
dado que “la repetida presentación del estímulo hace que éste pierda
progresivamente su capacidad de evocar ansiedad.” (Wolpe, 1993, pag. 145)
Generalmente, se inicia un repaso mediante la imaginación del acercamiento al
estímulo condicionado, y después de haberlo dominado, se prosigue la exposición
al estímulo real.
VII.
Autoinstrucciones y Autoafirmaciones
Se refiere a la
verbalización de palabras que sugieren al paciente qué es lo que debe hacer o
sentir realizadas por el mismo sujeto. “El entrenamiento en autoinstrucción
se ha utilizado como una técnica de modificación conductual, pues con ella se
entrena a los individuos para que hagan sugerencias y comentarios específicos
que guíen su propia conducta de modo parecido a ser instruidos por alguien
más.” (Kazdin, 1996, pag. 307) Por ejemplo, "Me siento bien, el
craving va a pasar", "No necesito drogas para ser feliz",
"¡Vas Bien!", "Recuerda que con lo que te ahorras en droga,
ahora puedes comprarte la ropa que te gusta". En este sentido, también se
pueden utilizar las tarjetas flash, las cuales son frases de
afrontamiento al craving escritas en tarjetas de cartulina de un tamaño tal que
el individuo pueda cargar con ellas a donde vaya. “Como ejemplo, éstas son
algunas de las frases que un paciente escribió en sus trajetas flash: 1. Te
sientes más sano cuando no tomas drogas; 2. Las cosas me van muy bien con mi
mujer; ¡sigue así!; 3. Tienes buen aspecto físico; ¡sigue así!; 4. ¡Vete de
aquí inmediatamente!.
VIII.
Discusión de ideas irracionales
Técnica basada en la terapia
racional emotiva (Ellis y Driden, 1987) en donde se “tratan de discutir
de manera activa y directa todas las creencias irracionales que llevan a los
pacientes a perturbarse a sí mismos por su adicción” (Ellis y Driden, citado
por Sánchez, 2002a, pag. 40) Es una estrategia cognoscitiva que debate las
distorsiones cognoscitivas del paciente, mismas que se pueden resumir en:
extrapolar (por ejemplo: “o todo o nada”, “no debo sentir nada de craving por
que si no significa que soy un perdedor), “adivinar” el pensamiento de otros
(por ejemplo: “como caí en las drogas, todos piensan que soy un tonto”, “ese
señor que está ahí me está viendo por que sabe que yo usaba drogas”),
predicciones negativas (por ejemplo: “nunca voy a cambiar”, “siempre voy a
estar sintiéndome mal si no uso la droga”, “me voy a encontrar en la calle a
todos mis amigos que usan droga y voy a recaer”), exacerbar lo negativo (por
jemplo: “todo me sale mal, no hay nada bueno en mi vida”, “¡me siento horrible,
si no uso la droga, me voy a morir!”), negligencia y descalificación ante lo
positivo (por ejemplo: “si me felicitó, fue por puro compromiso, el ha de
pensar que voy a volver a usar droga”), minimización de lo positivo y
amplificación de lo negativo (por ejemplo: “que haya dejado la droga es bueno,
pero lo que hice es imperdonable e inolvidable”), sentimiento de estafa y perfccionismo
(por ejemplo: “debí haber controlado mi último craving, y como no lo hice, he
decepcionado a todos, soy un fraude”).
Para combatir las ideas
irracionales se debe confrontar y discutir las mismas, por ejemplo: “menciona
que se siente horrible y que va a morir. Sin duda es molesto e indeseable el
sentir el craving pero, ¿en realidad se va usted a morir por no tomarte un
trago en esa fiesta, sufre usted de alguna enfermedad extraña en la cual al no
ingerir alcohol usted de repente cae subitamente al suelo y deja de vivir? –el
paciente ríe y responde—No, tal vez estoy exagerando.” De esta manera el
paciente comprende la irracionalidad de sus creencias y cómo ha aprendido a
percibir las cosas de una manera inapropiada lo cual le ha generado emociones que
no puede controlar. Por lo tanto, es necesario que adopte una nueva forma de
pensamiento, el cual será eminentemente racional.
“El pensamiento
racional presenta un contraste acentuado respecto a su ilógico opuesto: Esta
basado en la realidad, contribuye a alcanzar nuestras metas y propósitos, crea
emociones que podemos controlar; y nos ayuda a comportarnos de la manera que
nos facilita nuestras aspiraciones y supervivencia....” (Froggatt, 1993,
adaptado por Ureva, 2003)
Conclusión:
El manejo del craving es
determinante para el tratamiento psicológico de las adicciones y para la
adherencia al tratamiento en general. El manejo de este dependerá de la
elección del terapeuta entre la amplia gama de estrategias a utilizar y de su
habilidad para manejarlas. Es esencial que previo al manejo de estas
estrategias, se determine la naturaleza y tipo de craving que el paciente
presenta para hacer la elección adecuada en función de las necesidades del
paciente y de sus características y recursos personales.
Las diferentes técnicas han
demostrado ser ampliamente efectivas en el tratamiento de otras patologías
específicas relacionadas con la ansiedad. Por tanto, dada la naturaleza del
craving, es ampliamente factible la efectividad de estas estrategias en el
manejo del mismo. Se observa también, que en muchos de los casos, dichas
estrategias no están aisladas, sino que en ocasiones se complementan para ser
más eficaces, por lo cual se sugiere adoptar una visión más amplia, en vez de
pretender hacer uso de una sola.
Es
evidente, que en este documento falta información y mayor explicación acerca de
la aplicación de las estrategias cognitivo conductuales mencionadas. No
obstante se cree que el objetivo de servir como guía y referencia clara de
estas técnicas, de tal modo que el lector, después de conocer las generalidades
de las mismas, busque información más precisa para aplicarlas efectivamente. De
igual manera se cree que este ensayo contribuyó al aprendizaje para el
psicólogo en función del conocimiento del trabajo que se hace en adicciones,
específicamente, del manejo del craving.
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Universidad Autónoma de Baja California
livanic@hotmail.com
Facultad de Ciencias Humanas
Universidad Autónoma de Baja California
livanic@hotmail.com
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