Circulación
La espiritualidad comienza en las entrañas,
Asciende por la espalda,
Y retorna al ombligo.
La espiritualidad no es sólo una actividad mental. Es también una expresión de energía.
La fuente de esta energía es física, enraizada en la química básica del cuerpo. El auto cultivo refina esta energía para el logro espiritual. La iluminación,es por lo tanto una realización psico-física: es un estado de ser mas que un mero entendimiento intelectual.
Una vez que la energía es despertada mediante ejercicios especiales y meditaciones, el hombre entrenado sabe como hacerla subir. La fuerza comienza desde los genitales y sube por la espina dorsal. En su camino, nutre riñones, nervios y vasos sanguíneos. Cuando pasa la base del cráneo, se estimulan el sistema nervioso y la parte inferior del cerebro. Alcanzando la coronilla, este río de energía abre por completo el potencial subconsciente de un ser humano. Descendiendo, nutre los ojos, los sentidos, los órganos vitales. Cayendo en cascada hacia el ombligo, nos devuelve a nuestro estado de pureza original. Desde allí, retorna otra vez a las entrañas, lista para ser atraída hacia otro circuito. Tal como toda la existencia opera en un continuo entre la materia física bruta y los más sutiles niveles de consciencia, así también todas las partes del cuerpo, mente y espíritu para la devoción espiritual.
La espiritualidad comienza en las entrañas,
Asciende por la espalda,
Y retorna al ombligo.
La espiritualidad no es sólo una actividad mental. Es también una expresión de energía.
La fuente de esta energía es física, enraizada en la química básica del cuerpo. El auto cultivo refina esta energía para el logro espiritual. La iluminación,es por lo tanto una realización psico-física: es un estado de ser mas que un mero entendimiento intelectual.
Una vez que la energía es despertada mediante ejercicios especiales y meditaciones, el hombre entrenado sabe como hacerla subir. La fuerza comienza desde los genitales y sube por la espina dorsal. En su camino, nutre riñones, nervios y vasos sanguíneos. Cuando pasa la base del cráneo, se estimulan el sistema nervioso y la parte inferior del cerebro. Alcanzando la coronilla, este río de energía abre por completo el potencial subconsciente de un ser humano. Descendiendo, nutre los ojos, los sentidos, los órganos vitales. Cayendo en cascada hacia el ombligo, nos devuelve a nuestro estado de pureza original. Desde allí, retorna otra vez a las entrañas, lista para ser atraída hacia otro circuito. Tal como toda la existencia opera en un continuo entre la materia física bruta y los más sutiles niveles de consciencia, así también todas las partes del cuerpo, mente y espíritu para la devoción espiritual.
El auto-cultivo y el auto-conocimiento nos transmiten una información muy valiosa, sin embargo no valoramos estos aspectos, nuestro ritmo de vida nos lleva por otros derroteros que nos alejan de nosostros mismos y por lo tanto de la espiritualidad.
ResponderEliminarUn saludo Marcos