El efecto Pigmalión y su formulación a través de
la escalera de inferencias
Introducción
En el marco del
entendimiento de que nosotros somos quienes creamos nuestra propia realidad
(cuestión que será tratada en este artículo), abordare el tema de la llamada
Profecía Autocumplida, que es un concepto utilizado en psicología, pero que fue
observado por el sociólogo Robert Merton en 1943, y al que Peter Senge hace una
pequeña referencia en La quinta disciplina (1).
La idea de este
artículo es “mirar” este concepto a la luz de algunos de los temas tratados en
Administración Integrativa, es decir, realizar un trabajo de síntesis, en el
sentido de reunir ciertos conceptos y hacer un ejercicio de aplicación.
Al mismo tiempo
intentare responder a la pregunta de ¿porque es importante saber o ser
concientes de las profecías que creamos?, y ¿como no ser víctimas de ellas?
A tal efecto
adelantare algunas conjeturas que mas adelante serán explicadas y fundamentadas:
- las profecías autocumplidas pueden ser consecuencia de vivir los juicios como afirmaciones.
- el proceso por el cual un juicio luego se transforma en una afirmación tiene puntos de contacto con el mecanismo que se sigue en el proceso denominado escalera de inferencias.
- por lo tanto, una de las posibles alternativas para “cortar” el proceso (en caso de que sea necesario) es aprender a fundar juicios.
I. Modelos Mentales
o La sustitución de un orden externo (y su complejidad) por un orden interno
menos complejo.
Niklas Luhmann, en
su libro Confianza (2), dice entre otras cosas que” ningún sistema puede repetir
o duplicar en sus representaciones al mundo real en toda su insondable
complejidad. La metafísica kantiana estaba obstinadamente atada a esta
suposición, ya que abstraía al “sujeto” o “a la conciencia”, como un tipo de
unión con el mundo, y así lo elevaba al mismo nivel de complejidad. Lo que se
paso por alto fue el descenso de la complejidad entre la realidad y la
representación, entre el mundo y la intención, entre lo “externo” y lo
“interno”, y así fracaso en captar la función de representación como creación
del orden, a través de la reducción de la complejidad.
El hecho es que
todos los procesos internos operan a un nivel mas bajo de complejidad y
de aquí que presenten menos posibilidades y más orden que en su entorno. Operan
selectivamente; las relaciones entre los datos del mundo son recibidas y
operadas como una información pertinente al sistema. De este modo sustituyen la
complejidad amorfa del entorno por el orden interno del procesamiento de datos y
los problemas de este orden interno son incluidos en el sistema como la base de
un trabajo normal de adaptación al entorno.”
En otras palabras:
Luhmann se esta refiriendo al concepto de Modelos Mentales; es decir, cuando
habla de procesos internos se refiere “a las profundas imágenes
internas acerca del funcionamiento del mundo, imágenes que nos limitan a modos
familiares de pensar y actuar” en palabras de Peter Senge.
La critica de
Luhman a la metafísica kantiana, esta en la misma línea que la que hace los
chilenos Maturana y Varela al concepto tradicional del sistema nervioso y las
estructuras cognitivas humanas que lo definía como un instrumento que consigue
información del entorno y construye una representación del mundo, representación
que el organismo utiliza para calcular el comportamiento adecuado para su
supervivencia. De acuerdo con los autores chilenos “el
sistema nervioso no "capta información" del medio ambiente, como a menudo se
escucha sino que, al revés, trae un mundo a la mano al especificar qué
configuraciones del medio son perturbaciones y qué cambios gatillan éstas en el
organismo”; “en
lo que se refiere a las estructuras cognitivas humanas, el mundo entero de
nuestras experiencias esta dentro de nosotros, no hay tal cosa como la
experiencia de un afuera”.(3)
En otras palabras:
nosotros somos los creadores de nuestra realidad.
Se puede explicar
la misma idea desde otro ángulo: por siglos se ha considerado al lenguaje como
un instrumento que nos permite describir lo que percibimos en el mundo. Según
esta teoría vemos las cosas como son y luego les aplicamos un nombre. La
realidad viene primero y luego el lenguaje. Un uso pasivo y descriptivo del
lenguaje, que rotula y clasifica las percepciones preexistentes, y por lo tanto
independientes. Muchos investigadores, entre ellos Rafael Echeverría y el mismo
Humberto Maturana han concluido que las categorías lingüísticas no son
solo”etiquetas” (descripciones) aplicadas a percepciones preexistentes, sino,
que por el contrario, ellas precondicionan y definen en primer lugar la
percepción: uno no habla de lo que ve, sino que ve aquello de lo que puede
hablar. En este sentido se pueden traer las palabras de Albert Einstein:”nuestras
teorías (palabras) determinan lo que medimos (descubrimos)”, o mejor aun se
puede traer a Thomas Kuhn quien en su libro La estructura de las revoluciones
científicas nos señala, que la ciencia procede según practicas,
instrucciones o técnicas orientadas a la generación de datos y que estos no se
hallan simplemente ahí, esperando que alguien los vea. Por el contrario es
necesario “interrogar” al mundo para que los revele. El método de interrogación
condiciona los datos revelados (pero de ninguna manera los inventa).
Otra forma de
concluir que: somos nosotros quienes creamos nuestra realidad.
En resumen,
nuestras representaciones internas de cómo es el mundo y como funciona (Modelos
Mentales) es lo que condiciona nuestros juicios, decisiones y acciones ante
perturbaciones recibidas del “mundo exterior”.
II. La profecía
autocumplida o Efecto Pigmalión
Cuenta la mitología que
Pigmalión era un príncipe de Chipre que, en busca de la mujer perfecta con quien
casarse, comenzó a esculpirla en un trozo de piedra. Día a día fue dándole forma
a esa roca de manera tal de ir moldeándola según la imagen que el príncipe tenía
de lo que una mujer perfecta debía ser.
Logró finalmente una figura
cuya belleza superaba aún a su propia imaginación. Dio a ésta el nombre de
Galatea: era una escultura bellísima de la cual fue enamorándose. Al ver esto la
diosa Venus dio vida a la estatua haciendo ciertos los deseos de Pigmalión.
Esta figura mitológica ha dado
lugar a un concepto fundamental en psicología que fue observado por Robert
Merton (4) y que hace referencia a la idea de lo que un juicio puede lograr en
la realización de un acontecimiento, dando lugar en muchos casos a la llamada
profecía autocumplida. Es decir, se llama efecto Pigmalion al hecho de que los
juicios que tenemos sobre las personas, cosas, situaciones e incluso sobre
nosotros mismos tiendan a convertirse en realidad (en afirmaciones).
Para ejemplificar se pueden
traer algunos de los experimentos que Robert Rosenthal y Lenore Jacobson
realizaron en 1968 bajo el titulo” Pigmalion en el aula”(5) quienes se destacan
por sus interesantes investigaciones sobre el tema.
En uno de sus experimentos
Rosenthal y Jacobson tomaron al azar una serie de alumnos de una escuela y
dieron sus nombres a los profesores, informándoles falsamente que en los test
habían salido superdotados, cuando la realidad era que habían salido simplemente
más o menos normales. Lo sorprendente fue que al cabo de ocho meses, dichos
alumnos obtuvieron un rendimiento escolar realmente de superdotados. ¿Qué es lo
que había pasado? Pues que la expectativa de los profesores y cómo se habían
relacionado con dichos alumnos, había facilitado, o sea, "estimulado", el
aumento de rendimiento en ellos.
Las profecías que se
autocumplen son un fenómeno que no sólo se da en el mundo de "lo vivo". También
se da incluso en las ciencias físicas.
En física cuántica hay una
controversia planteada sobre si electrón se comporta como una onda o como una
partícula. La paradoja es que parece que se comporta como las dos cosas. Todo
depende de las ideas previas del experimentador que hace el experimento. Si el
experimentador piensa que el electrón se comporta como una onda, lo que consigue
es demostrar que éste se comporta como una onda, y a la inversa. Es decir, que
el experimentador al hacer el experimento "altera" el comportamiento del
electrón según lo que "espera" obtener. El físico John Wheeler ha expresado:
"Creo que, a través de nuestro
propio elegir y plantear conscientemente cuestiones relativas al universo,
provocamos en cierta medida los mismos fenómenos que tienen lugar ante
nosotros".
Peter Senge en La 5º
disciplina trae este tema cuando habla de los procesos reforzadores, y al
respecto afirma “algunos procesos reforzadores son círculos viciosos donde las
cosas empiezan mal y terminan peor. La crisis de la gasolina es un ejemplo
típico: el rumor de que la gasolina iba a escasear indujo a la gente a ir a la
gasolinera local para llenar el tanque. Cuando la gente empezó a ver hileras de
coches, se convenció de que la crisis era real. Luego sobrevinieron el pánico y
el acaparamiento. Todos llenaban el tanque apenas vaciaban la cuarta parte, para
no ser sorprendidos por surtidores vacíos. Una corrida bancaria es otro ejemplo,
así como las guerras de precios. “
Estos círculos viciosos son
los que explican en parte el proceso de Pigmalion negativo, en palabras de
Merton:” subyacente a estos procesos hay un principio de retroalimentación; un
sistema adaptado insegura o erróneamente se conduce el mismo a un equilibrio
con su entorno sin corregirse el mismo sobre la base de sus efectos, sino
encontrando sus efectos reforzados y con esto ofreciendo oportunidades para
nuevas causas.”
Pero también hay círculos
virtuosos, ciclos que se refuerzan en direcciones deseadas. El caso de Rosenthal
con los alumnos de escuela es un circulo virtuoso, o Pigmalion positivo.
Considero que la utilización de este fenómeno como herramienta para lograr
“cosas” de las demás personas es una manifestación de prácticas manipulatorias.
La razón por la
cual comienzo este trabajo hablando del concepto de modelos mentales y de
cómo estos contribuyen a crear nuestra propia realidad es porque las profecías
autocumplidas son una particular forma de creación de realidad a cargo de
nosotros mismos.
III. Escalera de
inferencias
“Vivimos en un
mundo de creencias que se autogeneran y no se cuestionan. Adoptamos esas
creencias porque se basan en conclusiones, las cuales se infieren de lo que
observamos, además de nuestra experiencia del pasado” (Peter Senge )
“La escalera de
inferencias es un modelo que representa nuestra ascensión mental desde las
observaciones hasta la toma de decisiones. En el proceso agregamos suposiciones,
interpretaciones, opiniones, criterios, intereses y proyecciones para llegar a
una conclusión” (Fred Kofman)(6)
Los dos autores
escriben sobre el proceso y la importancia de la escalera de inferencias; sin
embargo, en este artículo se utilizara la definición de Peter Senge.
¿Por que?
Porque Senge
incorpora un elemento a su análisis (el ciclo reflexivo) que puede explicar el
proceso a partir del cual un juicio se transforma luego en una afirmación. Este
elemento no lo incorpora Kofman, quien solo llega en “su” escalera de
inferencias hasta la toma de decisiones, sin tener en cuenta los efectos
recurrentes de las decisiones y conclusiones en la continuidad de la escalera.
Esto se entenderá mejor mas adelante.
¿Cual es la
escalera de inferencias de Senge?:(7)
v
realizo actos según mis creencias
v
adopto creencias sobre el mundo
v
extraigo conclusiones
v
tengo
supuestos basados en los sentidos que añadí
v
añado
sentidos( culturales y personales)
v
selecciono datos de lo que observo
v
datos
y experiencias observables(como podrían verse en un grabador de video
Tomemos el mismo
caso que toma el autor en La quinta disciplina en la práctica:
“-hago una
presentación ante el equipo de ejecutivos. Todos lucen atentos, excepto Larry, a
final de la mesa, que parece aburrido y distraído. Aparta de mí sus ojos
somnolientos y se lleva la mano a la boca. No hace preguntas hasta que llego al
final, cuando señala: “Creo que deberíamos pedir un informe completo”. En esta
cultura, eso suele significar: “Pasemos a otro tema”. Todos mueven sus papeles y
guardan sus notas. Obviamente Larry me considera incompetente, lo cual es una
pena, porque el departamento necesita estas ideas. Ahora que lo pienso, a él
nunca le gustaron mis ideas. Larry es un ambicioso. Cuando regreso a mi asiento,
he tomado una decisión. No incluiré en el informe nada que pueda servirle a
Larry. Él no lo leería o, peor aún, lo usaría en mi contra. Es una lástima que
tenga un enemigo que ocupe un puesto tan importante en la compañía.”
En un momento he
subido la escalera:
ü
comencé con datos observables: el comentario de Larry, tan evidente que
aparecería en una grabación de video.
ü
seleccione algunos detalles sobre la conducta de Larry: su mirada distraída y su
aparente bostezo
ü
añadí
algunos sentidos propios basados en la cultura de la empresa ( Larry quería que
yo terminara)
ü
pase
rápidamente a supuestos sobre el animo de Larry (esta aburrido)
ü
llegue a la conclusión de que Larry considera que soy incompetente. Mas aun,
ahora creo que Larry es un oponente peligroso.
ü
así,
cuando llego al peldaño superior de la escalera, estoy conspirando contra el.
Y así, cuanto mas
creo que Larry es mala persona, mas refuerzo mi tendencia a reparar en su
conducta maligna. Este fenómeno se conoce como “ciclo reflexivo”: nuestras
creencias influyen sobre los datos que seleccionamos la próxima vez. Y, además,
puede haber otro ciclo reflexivo opuesto en la mente de Larry: al reaccionar
contra mi conducta extrañamente antagónica, tal vez este subiendo su propia
escalera. Sin que nadie sepa por que, pronto nos encontramos siendo enemigos
acérrimos.
Nuestras escaleras
de inferencias están condicionadas por nuestros modelos mentales, es
decir el sistema de supuestos esenciales con el que uno organiza su experiencia.
La guía de la escalera de inferencias son los modelos mentales, pues además de
condicionar la selección de datos, orientan la formación de supuestos,
conclusiones y creencias.
IV. Los peligros
del mal uso del lenguaje
Tal como se señalo
anteriormente, en nuestra concepción tradicional, la realidad venia primero y
luego el lenguaje. En la nueva concepción, el lenguaje genera realidad. De
cualquier realidad que exista más allá del lenguaje, este no puede hablar de
ella.
En este marco
Rafael Echeverría habla de los Actos lingüísticos básicos y de cual es su rol
cuando se trata de resolver la siguiente cuestión:
“cuando hablamos
¿que tiene primacía? ¿el mundo o la palabra? ¿Cuál de los dos-la palabra o el
mundo- conduce la acción? ¿Cuál podríamos decir que manda?
Cuando podemos
sostener que la palabra debe adecuarse al mundo y que entonces es el mundo el
que conduce a la palabra, estaremos ante Afirmaciones.
Cuando la palabra
modifique al mundo y que por lo tanto, el mundo debe adecuarse a lo dicho,
estaremos ante Declaraciones.
Dentro de las
declaraciones encontramos una forma especial de esta; los Juicios que
como toda declaración para que sea valido debe ser emitido por alguien con
poder; este poder esta sustentado en la fuerza o concedido por la comunidad, en
cuyo caso se denomina autoridad.
Además, los juicios
requieren un compromiso social adicional que no es necesario para todas las
declaraciones. El compromiso es que los juicios estén fundados en cierta
tradición.
De esta forma, los
juicios no son solamente validos o inválidos, dependiendo de la autoridad o el
poder de la persona que los emite; también son fundados o infundados de acuerdo
a la forma como se relacionan con el pasado.
En esta instancia
Echeverría propone que una de las consecuencias o situaciones de peligro que
provienen de no saber cual es la importancia de los juicios y como se fundan,
tiene que ver con no hacer la diferencia entre las afirmaciones y los juicios y
así dejar abierta la posibilidad de tratar a estos como si fueran afirmaciones.
V. La profecía
autocumplida y la escalera de inferencias
Ahora que esta
aclarado el marco teórico que voy a utilizar, me propongo tratar de fundamentar
las conjeturas iniciales.
1. las profecías
autocumplidas pueden ser consecuencia de vivir los juicios como
afirmaciones.
2. el proceso por
el cual un juicio luego se transforma en una afirmación tiene puntos de contacto
con el mecanismo que se sigue en la escalera de inferencias.
3. por lo tanto,
una de las posibles alternativas para “cortar” proceso (en caso de que sea
necesario) es aprender a fundar juicios.
Sostengo que las
profecías autocumplidas se pueden dividir en dos partes:
-Primero:
emisión de un
juicio como si fuese una afirmación, por ejemplo; un alumno de Elementos de
matemática que desaprueba el primer examen y piensa “yo no sirvo para la
matemática y nunca voy a aprobar esta materia”, o, en el caso de Senge, “Larry
es mi enemigo”.
En estos casos, e
independientemente de si el juicio esta fundado o no, se puede comprobar la
existencia de una escalera de inferencias, pues, se seleccionan datos de la
realidad que corresponden al pasado (el examen desaprobado y las conductas de
Larry) y se llega a una conclusión que se corresponde con el futuro (“nunca voy
a aprobar esta materia”; “Larry es -y sera- mi enemigo). En el camino habrán
quedado toda una serie de supuestos tales como: “desaprobar es un signo de
fracaso”; “si no aprobas el primer examen ya es casi imposible aprobar el
segundo” para el caso del alumno, ó, “quienes no están de acuerdo conmigo están
contra mi, “ahora que lo pienso a el nunca le gustaron mis ideas” en el caso de
Larry.
-Segundo:
el proceso mismo de
creación de realidad; cuando el juicio que fue emitido como una afirmación se
puede convertir efectivamente en una afirmación.
Mediante este
proceso y tomando al juicio ( el equivalente a las conclusiones en la escalera
de Senge) como un dato de la realidad, se generan una serie de actos que no
hacen mas que confirmar-generar el juicio inicial, no sin antes recorrer una
serie de creencias.
En los casos
anteriores podrían ser: “si no sirvo para matemática estudiar no tendrá
sentido”;”si no sirvo para matemática no tendrá sentido cambiar de método de
estudio o incluso pedir ayuda” ó, ”es una lastima que tenga un enemigo tan
importante en la compañía”, “a Larry nunca le gustaron mis ideas”.
Por supuesto que
actuando de acuerdo a estas creencias será muy difícil aprobar un próximo examen
de Elementos de matemática en forma honesta o trabajar con Larry en forma
efectiva.
¿Por qué?
Hay dos formas de
explicar esto, y las dos formas son perfectamente validas:
-desde la
temporalidad de los juicios (Rafael Echeverría (8)):
los juicios se
emiten en el presente haciendo referencia a observaciones hechas en el pasado y
se proyectan al futuro. Precisamente la importancia de los juicios sobre todo si
están ”fundados”, radica en que nos permiten anticipar lo que puede suceder mas
adelante, podemos entrar al futuro con menos incertidumbre, con un sentido mayor
de seguridad, sabiendo lo que podemos esperar y, por lo tanto, restringiendo el
rango de las posibles acciones futuras. Los juicios nos sirven para diseñar
nuestro futuro. Nos permiten anticipar las consecuencias de nuestras acciones o
las de otras personas.
Sin embargo, a
veces se nos escapa la conexión entre los juicios y la acción. No vemos
que al cambiar nuestros actos permitimos que cambien también los juicios acerca
de nosotros. Al hacer esto se anula la posibilidad de aprendizaje e
innovación. Al hacerlo, hemos transferido el pasado al futuro y hemos
eliminado la posibilidad de modificar el futuro y de crear una realidad
diferente.
Este podría ser el
caso de desaprobar el examen.
-desde el ciclo
reflexivo (Peter Senge):
nuestras creencias
influyen sobre los datos que seleccionamos la próxima vez, es decir que se da un
proceso reforzador en donde no se ponen en tela de juicio estas creencias (como
las llama Senge) sino que se opera en el mundo tratándolas como si fuesen
certezas y permitiendo que ellas condicionen nuestras observaciones, y por lo
tanto nuestras decisiones y acciones.
Este seria el caso
de la persona que presenta un informe ante el equipo de ejecutivos, entre ellos
Larry.
Nótese que este
mecanismo de ciclo reflexivo en realidad es muy parecido al anterior, es decir,
una expectativa (juicio según Echeverría o creencia sobre el mundo según Senge)
condiciona nuestras decisiones posteriores y la transforma en realidad.
VI. Consideraciones
finales
Llegados a este
tramo del articulo, considero abordada la primera de las preguntas que me
propuse al principio, ¿porque es importante saber o ser concientes de las
profecías que creamos?
Con respecto a la
segunda pregunta ¿como no ser victimas de ellas?,
ü
considero que lo más importante es darse cuenta, ser concientes de la
existencia de este “mecanismo”. El solo hecho de darnos cuenta de que podemos
ser presa de nuestras propias profecías nos pondrá alerta sobre el accionar y
las consecuencias de las mismas.
ü
También creo que es importante el saber diferenciar un juicio de una afirmación;
y al mismo tiempo saber cuando un juicio es fundado y cuando no lo es.
ü
Tener
en cuenta que nuestros supuestos, prejuicios, interpretaciones, opiniones y
conclusiones están condicionados por nuestros modelos mentales, asi como los de
los demás.
Nota final
Entre los temas que
son propios de Administración Integrativa he omitido el tratamiento explicito de
las emociones, los valores y las formas de aprendizaje. Esto no significa de
ninguna manera que no estén vinculados al desarrollo de las profecías
autocumplidas. Solo he evitado su tratamiento para reducir la complejidad de
esta primera aproximación.
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